Sunday, November 05, 2006

EXAMINADOR

A Sam.

EXAMINADOR

Gran cantidad de informes han intentado dar cuenta de éste fenómeno, pero los autores, salvo alguna excepción, han enloquecido. Entre las excepciones estoy, eso creo, porque seguramente él así lo quiso.Garciarena es un joven poco agraciado en cuanto a estética corporal se refiere, es bajo, flaco y tiene dificultades motrices; su cara expresa una ironía irritante, inmutable.Camuflado en esta sociedad como un estudiante de Abogacía, se hizo notar ante Damián y ante quien pretende dar cuenta del fenómeno, ambos compañeros de curso de Garciarena.La primera manifestación fue un sueño de Damián, en el cual Garciarena no era un compañero, sino el único profesor de una mesa examinadora, una mesa de formas no compatibles con las de la vigilia y un entorno tampoco compatible con un aula, era un vasto campo, con pastizales y árboles de diversos colores, donde no predominaba el verde, sino el celeste, acompañado de otros colores que poco se observan en la flora de la realidad. También había una fogata, entre el examinador y el alumno, que mitigaba el tono oscuro del lugar, y que hacía posible que se distingan los colores, pero sobre todo cumplía la función de iluminar el rostro de Garciarena, siempre con una expresión de burla hacia el examinado.Luego de examinarlo y aprobarlo, emitiendo extrañas carcajadas mientras ejecutaba la tarea, le dijo, con vos chillona: a vos o a tu amigo, les concederé la gracia, para algunos desgracia: la de saberlo todo. En ese momento Damián se despertó.Al otro día mi compañero me contó el sueño. Sentados en la última fila del aula magna de la Universidad, que nos otorgaba la pequeña pero agradable impunidad de reírnos durante la clase (que poco nos importaba), conjeturamos acerca del sueño, imaginando diferentes variantes del mismo. Y sucedió lo impredecible. Garciarena, que estaba en la primera fila, es decir, a una distancia considerable como para escucharnos, se dio vuelta y nos miró riéndose, ante nuestra incredulidad. Siguió mirando, mientras su sonrisa se apagaba gradualmente, hasta que su rostro se tornó serio, atemorizante.Al salir de clase intentamos justificar el hecho, primero mediante argumentos racionales, luego irracionales, o sea:1- Que Garciarena, debido a sus problemas motrices, tuviera en compensación una audición fenomenal.2- Casualidad (la cual desechamos debido al tiempo en que nos miró).3- Que Garciarena sea, efectivamente, un ser sobrenatural.A la noche tuve un sueño, el sueño. El lugar, el campo que me describió Damián, también estaban la irregular mesa, la fogata, el examinador con su rostro sarcástico iluminado, lo que difería era la situación.En este sueño no hubo examen, pero me contó Todo. No habló, sólo se sucedieron las imágenes, la primera me mostró el origen del Universo, no era una explosión, no era ningún Dios, era él, en forma de semilla. Con el tiempo mutó, fue madera, fue un mineral, fue agua, fue una moneda y muchas otras cosas hasta adquirir un cuerpo humano. En cuanto a una casa, un arquitecto; en cuanto al Universo: Garciarena.Luego, siempre con imágenes, me mostró con precisión inhumana y sintética todo lo que pasó y pasará con una ínfima parte del universo, nuestro primero apacible y hoy convulsionado planeta.En cuanto a lo que pasó, es lo que todos sabemos, a través de científicos e historiadores, que han obrado muy bien, agregaría luego de mostrarme las imágenes. En cuanto a lo que pasará será todo muy vertiginoso.La caída del imperio actual acelerará el proceso, las evoluciones científicas (sobre todo en materia nuclear) también contribuirán. La evolución tecnológica solo hará, para algunos, más placentero el final.Por último, la naturaleza, en sus numerosas variantes, arrasará con todo, reduciéndose ella misma a la nada: natura dominum totus, incluyendo esto su extinción, como un suicidio. Así el Orbe entero desaparecerá del sistema solar. Esa era la última imagen, el sistema solar sin el planeta Tierra.No hizo alusión a los sentimientos del ser humano ni a los suyos, me pareció haberle preguntado sobre eso, creo que se enojó, ya no me mostró más imágenes y fue entonces que el sueño terminó.Al otro día fui a clase, cuando Garciarena enfiló para adelante, como siempre, se detuvo un momento y nos miró, sonriendo. Unos minutos más tarde, mientras hablábamos del sueño, se dio vuelta y volvió a mirarnos, pero esta vez, a pesar de la lejanía, notamos en su rostro una lágrima. Yo lo comprendí, en el sueño, también me confesó que el desaparecería físicamente junto a este planeta, al cual, con el tiempo, había empezado a querer. Vagaría luego por algún otro lugar del espacio, del infinito Universo, en forma de cometa y para siempre.

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